sábado, 3 de julio de 2010

Blanca como la nieve roja como la sangre


Cuando vi este libro, me llamó la atención el titulo y lo cogí para ver de que iba, en la contraportada ponía :

" Siempre me he preguntado por qué el amor y la sangre son del mismo color. Ahora ya lo sé."

Me quedé..., sabía que me lo tenía que leer.

Pues, así ha sido.

Ha sido maravilloso.

Leo nos va contando su vida y su manera de verla, a través de monólogos vamos descubriendo sus sueños, sus miedos, el amor, sus reflexiones a la vida, sus sentimientos que los relaciona con colores
El blanco es el silencio, el vacío, la nada, para él ni siquiera es un color, le asusta el blanco.
El rojo, es el color del pelo de Beatrice, el de la pasión, el amor y el color de la sangre.
Y el azul es el color de la amistad y de los ojos de su mejor amiga.

Ha sido un poco triste, aunque así es la vida ni más ni menos.

" Lo malo de la vida es que no tiene instrucciones de uso. Las instrucciones de un móvil las sigues y si no funciona lo devuelves pero con la vida no pasa eso; si no funciona no te la devuelven nueva, tienes que quedarte con la que tienes, usada, sucia y averiada. Y cuando no funciona pierdes el apetito."

Me han gustado mucho sus reflexiones, su manera de ver la vida, a veces divertida, a veces triste. Cosas con las que todos hemos pensado en algún momento de nuestras vidas.

El libro está lleno de frases conmovedoras, algunas de ellas las he ido anotando:

“Los sueños verdaderos se construyen con obstáculos. Si no, no se transforman en proyectos, si no que se quedan en sueños. Los sueños, ya existen, se van revelando poco a poco, tal vez de manera distinta de cómo los habíamos soñado.”

“Pregúntame si soy feliz. Sí, al menos en los sueños.”

“Una vida sin sueños es un jardín sin flores, pero una vida de sueños imposibles es un jardín de flores falsas.”

“Los sueños colorean cualquier blanco.”

“La vida es una caja vacía que llenamos de bobadas para que nos guste, hasta que ocurre cualquier cosita y pum… te encuentras sin nada.”

“Yo, que ante un error quisiera que la vida tuviera la tecla rewind. Pero resulta que la vida no tiene esa tecla. La vida siempre avanza, y suena, lo que quieras o no, únicamente puedes subir o bajar el volumen.”
Genial.

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