"El problema era ella. Odiaba saber que estaba exactamente igual a como estaba cuando salió de la casa: sola.
La cita de esa noche había sido como una oportunidad de salir de la cárcel. Una balsa para escapar de la isla. Una mano que alguien extendía por encima del abismo que se abría a sus pies."
pág. 122 Amante Vengado.
Era tarde, ya no había marcha atrás.
Las desiciones en la vida hay que saber tomarlas, una vez echadas no se puede retroceder en el tiempo.
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