Encontré en el libro un porque del titulo que lleva, si es que no hay más.
"Siempre que entraba en casa, apoyaba la espalda contra la puerta e inspiraba profundamente. El aire era diferente del que había a tan solo unos centímetros de distancia. Era aire enjaulado, domesticado, olía a encierro, a seguridad. El aire del exterior se movía sin descanso de un sitio a otro, cambiaba de dirección con cada cosa que encontraba y olía a frescor impredecible. Lo de fuera era peligro. Lo de dentro un lugar más amable."
Nos quejamos de lo que tenemos y no sabemos valorarlo, si hubiésemos vivido en otra época o en otros años, no hubiésemos tenido tanta suerte como ahora
No hay comentarios:
Publicar un comentario