Quiero encontrar las leyes matemáticas que regulan la vida, la alegría y el dolor, tienen que existir. No estoy diciendo que tendría que ser más sencillo, no, es otra cosa. Solo que tendría que seguir unas reglas, como los crucigramas: como esquema fijo, blanco, sin esquema, crípticos, con cruces obligados, silábicos, a la inversa, a la inversa con cruces y así podría seguir. Pueden ser extremadamente difíciles, pero son honestos, porque la solución existe y no hay engaño.
La vida no. En la vida no sabes nunca si la solución existe o no, si está al alcance de la mano o alejada años luz. La vida es deshonesta.
El primer café de la mañana, Diego Galdino
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